A medida que la siembra continúa en todo EE.UU., quería dedicar un tiempo este mes a centrarme en cómo el uso de enzimas puede beneficiar a los cultivos de maíz. El maíz es una de las pocas plantas con las que trabajamos que crece de una manera lineal única, lo que significa que cualquier ventaja que pueda dar a esta planta al principio de la temporada puede conducir a un aumento en el tamaño, la salud y el rendimiento del cultivo.

Una de las ventanas más importantes del maíz para la adquisición de nutrientes es durante las fases V5-V8, cuando se realizan muchas determinaciones críticas del tamaño de la mazorca, antes de que la planta absorba una gran cantidad de nutrientes del suelo para apoyar el crecimiento y el desarrollo de la mazorca. Cuanto más eficazmente pueda la planta de maíz absorber estos nutrientes, menos límites tendrá el crecimiento, lo que se traducirá en un mayor potencial de rendimiento.

Las aplicaciones al voleo de fuentes de nitrógeno en este momento sirven para satisfacer la mayor demanda de nutrientes, pero también pueden colocarse en zonas clave del suelo donde crecen las raíces para conseguir el máximo efecto, limitando al mismo tiempo el potencial de volatilización del nitrógeno del suelo.

La aplicación de enzimas clave en el suelo junto con estas aplicaciones de siembra directa en forma de nitrato amónico de urea (UAN) puede aumentar y mejorar la absorción de nutrientes por parte de la planta al incrementar su capacidad natural de extraer nitrógeno del suelo. Esta simple y sencilla adición al UAN no añade ninguna carga de trabajo adicional para el agricultor, y puede maximizar la utilidad del fertilizante recién aplicado durante este período de intensa necesidad de nutrientes y extracción de nitrógeno del suelo.

Estas adiciones de enzimas biológicas pueden suponer un retorno adicional de la inversión para el agricultor sin apenas molestias adicionales, cosechando los beneficios de esta mayor absorción de nutrientes en las espigas en desarrollo a mitad de temporada. Maximizar la utilidad del fertilizante conduce directamente a la reducción de costes para el agricultor, poniendo más de su fertilizante en la planta al tiempo que disminuye el riesgo de volatilización y escorrentía más adelante en la temporada.

Las enzimas son importantes porque pueden beneficiar a un gran número de cultivos durante las principales fases de crecimiento. El tratamiento lateral del maíz es una de esas grandes oportunidades este año.